Yo me preguntaba: ¿Y a mí, cuándo? Me había dado cuenta de que se iban primero los más chicos.
Me trajeron de cuatro y los años pasaron hasta que se lo llevaron al Ruben. Entonces no entendí y un día les pregunté a los del juzgado:

—¿Cuándo me toca a mí?
—Vos tenés otro juez —me explicaron.
—Yo quiero el juez del Ruben —insistí.
—No se puede —me dijeron.
—Pero él es más grande que yo —les dije para señalarles el error. Se fueron sin contestarme.

A los cincuenta años, Sandro se enfrenta a un dilema familiar: con la intención de tomar decisiones importantes, decide hacer un viaje a Disney como excusa para resolver un conflicto con su familia. Sin embargo, la inesperada muerte de su padre lo obliga a quedarse, mientras su esposa y sus hijos emprenden la aventura sin él.

En medio del duelo, descubre un diario que revela las luchas y sentimientos de su padre durante el proceso de adopción, un espejo que lo confronta con sus propias cicatrices.

Acompañado por Rubén, su hermano de crianza, Sandro emprende un viaje emocional hacia su infancia en un hogar de tránsito. Juntos, reviven el dolor del abandono, la furia acumulada y las heridas abiertas por un sistema judicial que los olvidó. La lucha interna de Sandro se convierte en una obsesión: que los 180 días que un niño puede estar sin una familia no se conviertan en un tiempo indefinido de soledad.

180 días. Sine die es una poderosa exploración de las emociones y recuerdos que conectan a padres e hijos, tanto biológicos como adoptivos. A través de un complejo tejido de lazos, deshilachados pero firmes, este relato íntimo nos invita a reflexionar sobre el amor, la pérdida y la búsqueda de pertenencia.

Una historia que resonará en el corazón de quienes han enfrentado el desafío de encontrar su lugar en el mundo.

Esta novela es como un viaje que atraviesa el tiempo e ilumina las sombras del pasado.