“Ojalá te enamores”, la vieja maldición gitana, debería tener para quienes no saben de qué se trata, un agregado a modo de explicación: “¡Para que sufras!”.

Clara Benedetti, que nos tenía acostumbrados a incursiones afortunadas en el género de la novela policial, nos lleva de la mano, en esta nueva creación, por los sinuosos senderos de la vida de una mujer en la búsqueda del amor verdadero: aspiraciones, deseos, amoríos, y una constante vibración vocacional por el teatro, presente a lo largo de sus avatares existenciales.

Para quien ha transitado experiencias similares y hasta idénticas – actuación, aprendizaje, búsquedas– esta novela adquiere una especial connotación a través de los capítulos. Y al culminar la creación queda demostrado, rotunda y amorosamente, que la presencia constante del teatro nos coloca siempre frente a disyuntivas, contradicciones y elecciones. Sin embargo, instalará en nuestro corazón la paz que siempre hemos esperado, mientras nos predice, con su amplia sonrisa, la buenaventura.